


SALTO DE TEQUENDAMA
AIRES DE ENSUEÑO
Cuál sería el fabuloso evento que se alojó en la memoria de nuestros ancestros que transformado hoy en un mito histórico, se hace referencia a un suceso donde las aguas resumieron de forma acaudalada entre una gran grieta rocosa, drenando así el volumen de agua que contenía la sabana de Bogotá, este lugar hoy llamado Salto de Tequendama, se pone en proceso lento de recuperación luego de haberse dispuesto como vertedero de aquel acelerado crecimiento urbanístico de mediados del siglo XX, el manejo residual que recae en esta afluente es un reto y un compromiso comunal, aun así la naturaleza deja entrever la fortaleza de su evolución en un nuevo renacer, que empieza desde el corazón del hombre al transigir un camino que permita el reverdecimiento de las cumbres montañosas y el regreso de la flora y fauna que no debio haberse apartado de este lugar, puedes visitarlo y conocer más de su histórico desarrollo en la Casa Museo Salto de Tequendama Biodiversidad y Cultura.
Algunas veces decimos con un aire soñador “si tan solo fuera agua clara” pues encaminémonos hoy a perseguir quimeras

LAGUNA HERRERA
RESCATANDO LA ULTIMA GRAN LAGUNA DE LA SABANA
El agua es un recurso imprescindible para aquel concepto tan ambiguo y diverso como es; la vida, este elemento fundamental se ve sometida a grandes cambios, alterado desde su ciclo natural y transformado en el curso de su cauce, este espejo de agua que parece estremecerse por el viento, se extiende por una zona aproximada de 300 hectáreas, un lugar donde aun hoy conviven diversas especies endémicas y migratorias, a primera vista parece un lugar austero, por su vegetación marrón entremezclada en un verde agrisado, las algas y otras especies acuáticas se extienden prominentemente a lo largo de este paisaje avivando con su color, como una gran familia los juncos brotan oscilantes ante la brisa en formaciones en apariencia blandas como de especial tálamo para peces y anfibios, pero el paisaje en su interior se torna velado y sobre el panorama se cerne un suelo de tez arido que se prolonga hacia los limites de la laguna, heridas causadas por las quemas exhaustivas y la desecación hacen palidecer este habitad, aun así se elevan como pequeños retoños foráneos una vegetación incipiente ubicada en franjas simétricas, con la esperanza que sus filas se asocien a este frágil ecosistema.
La labor de conservación es grande pero la batalla por declinar esta fría indiferencia es mayor, conciliar estas dos fuerzas de la razón y la naturaleza es un reto del cual depende nuestro futuro y así en los próximos años tal vez encontremos un progreso ponderado no únicamente en un bienestar social, sino por el contrario acojamos un ideal de bienestar mas generoso e integral, donde el medio ambiente no sea solamente un factor estratégico económico, mientras tanto la laguna Herrera seguirá ungiendo con su gracia aquel observador curioso y seguirá resistiendo junto a esa línea polvorienta que la separa los embates de las plantas de asfalto y las derruidas montañas que han dejado las centrales mineras, SOSTENIBILIDAD es un equilibrio entre tomar lo necesario y reparar responsablemente lo afectado.
Una gran apuesta donde se juega el papel de nuestra vida.

LOS GUARDIANES DE BOGOTÁ
LOS CERROS ORIENTALES
Como solemnes guardiánes se postran en lo alto de los cerros las catedrales mas emblemáticas de la capital…..
Es impresionante la magnitud colosal de la ciudad de Bogotá, tanto así que la vista se nubla junto a esa frágil línea del horizonte, que se desdibuja por una bruma de smog y polvo, las carreteras son como rutas intrincadas de un circuito electrónico, líneas que serpentean entre las edificaciones, algunas se prolongan en clara trayectorias, otras parecen confluir desde la zona urbanística mas moderna entre torres de edificios y centros históricos, todo un amasijo de cemento y concreto complejo en su distribución, pues las líneas se prolongan y se truncan a la vez, la ciudad de Bogotá es el epicentro de las oportunidades y el desarrollo, el ente administrativo de la nación.
Esta gran urbe se observa con desconcertante asombro, desde lo alto de los cerros orientales, pero ninguno con tal visión de totalidad como desde los santuarios tutelares que asoman distinguidos en las cimas de estas montañas, reconocibles a simple vista por los habitantes de Bogotá, sin duda, desde la ermita de Guadalupe es el lugar ideal, donde se podrá constatar esta impresionante panorámica de la ciudad desde el extremo sur de las localidades de Usme hasta la localidad de Usaquén y a sus espaldas ver la reserva forestal del Bosque Oriental, que hace parte del complejo conjunto de conservación del paramo de Chingaza y Sumapaz.
Guadalupe ha sido el centro de convención de principales autoridades eclesiásticas desde la época hispánica y desde su inicial construcción a sido reestructurada varias veces debido a eventos sísmicos, hoy es una de las sucursales religiosas que congrega a muchas personas de diferentes cultos, un lugar para cultivar la fe, recrear tus sentidos desde lo alto del mirador y un comedor de gustosos platos tradicionales, que sin lugar a duda podrás disfrutar.
AVES EN PELIGRO

ARRANCANDO LA BELLEZA DEL MUNDO
Ante las inclemente amenaza del medio ambiente, las especies sucumben ante la cruda displicencia, nos encontramos inmersos en actividades habituales las cuales embozan un agravio contra la naturaleza y por consiguiente a nuestra propia vida, el rubro del trabajo productivo pretende ser un factor inamovible asociado con el bienestar, desconociendo por fuerza de nuestras necesidades y apego a los comodines superfluos de la vida moderna, que los seres en este mundo están, estrechamente articulados de una forma única e inigualable con el resto del universo pero adolece el ego que adora los excesos, la superficialidad y el ambicioso materialismo, un crudo embelesamiento, supedita a los individuos, haciéndolos proclives a la indiferencia, mientras vemos día tras día como transgredimos esta ley universal, un claro ejemplo esta en como las aves las cuales son un indicador del cambio climático se encuentran en estado de vulnerabilidad, algunas están en serio riesgo de extinción, como se puede cambiar este panorama cuando somos partidarios de la caza, cuando aprobamos la comercialización de las especies, apoyando de esta forma el tráfico de fauna silvestre, esto no mejora la calidad de vida o las condiciones de bienestar de las personas que se desempeñan haciendo esta actividad, ya que de esta manera se esta infligiendo un daño al medio ambiente que obviamente no percibimos mas que en serias circunstancias cuando alguna especies ocupan las listas de amenaza o riesgo de extinción. Arrancar un ave de su estado natural, sin importar de que especie sea, se esta arrebatando la oportunidad de encontrar serenidad con su contemplación, se priva las plantas de sus férreos polinizadores, la tierra de sus adornos, el cielo pierde su encanto y el viento ya no recoge su canto, si alguien ha vivido de cerca la vida del campo sabrán que el llamado del amanecer tiene forma de ave.